Las
almendras son un elemento fundamental
para prevenir las enfermedades
del corazón y para mejorar
la circulación sanguínea, son fundamentales en la dieta mediterránea conocida
por ser saludable y equilibrada.
La
almendra es uno de los frutos
secos con mayor aporte de vitamina
E, una vitamina cuya ingesta ejerce un valioso papel
antioxidante.
Por una
parte, se sabe que la asociación
de la fibra con los azúcares
provoca una disminución
en la velocidad de absorción
de la glucosa, lo que hace que
el aumento de los niveles de
glucosa e insulina sea moderado.
Por otro lado, se ha demostrado
que una dieta de ácidos
monoinsaturados mejora la tolerancia
a la glucosa, además
de tener un efecto positivo
sobre la regulación del
contenido de colesterol presente
en las HDL y LDL y sobre los
niveles de triglicéridos.
La
almendra: una "aspirina"
natural
Considerada
"remedio de todos los males",
la aspirina es el medicamento
más popular, extendido
y aceptado. La alternativa natural
a este producto son las almendras,
aunque sus efectos sean más
lentos. La explicación
radica en que las almendras
contienen una buena proporción
de salicilatos, sales formadas
por ácido salicílico
y una base que constituyen el
principal agente activo de la
aspirina, al que se deben los
milagrosos efectos de este popular
fármaco. Además,
por su alto valor calórico
y proteínico, las almendras
ayudan a la regeneración
del sistema nervioso y son un
buen antiséptico intestinal.
Espero que os haya resultado interesante
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